Vamos, Pá Brutos - Diosa del Metal Historia de la canción
El sentimiento a fuego puro de una piel, de un sentir a viva voz.
Esto era lo que me producía siempre, una profesora de música
y técnica vocal.

Ella lo sabía, lo sospechaba; que el estar ahí en su clase, era
por ella. Recuerdo tanto que lo primero que compré para
aprender música, fue un libro de cómo componer, aunque con
esté aprendí muy poco.
Mi aprendizaje ha sido totalmente empírico.

Desde muy pequeño me ha gustado cantar y esto es algo que
hago en cualquier lugar, en cualquier momento.

Cómo poder decirle a está profesora, que me temblaba la voz
al verla, al hablarle. Sin embargo se que hubo algo que hizo
la diferencia y robé un pedazo de su corazoncito.

Una de las razones porque tome esté curso de técnica vocal.
Fue para desarrollar más a fondo la potencia y técnica de mi
voz. Y me di cuenta que para cantar, lo más importante es:
 “Que venga desde el corazón.”

Es por está razón. Que sin ofender, no me gusta el Rap, ni el
hip hop; ni el freestyle. Aunque reconozco que hay gente muy
buena en esté campo, que toma un cuaderno y compone.

Pero una canción de verdad. Lleva tiempo, amor y técnica.
Quienes escriben, corrigen, cantan y  componen me podrán
entender, que en cada canción se deja un retazo del alma.

Cuándo se toma un cuaderno, los apuntes, borradores y se
trata de sacar un acompañamiento y finalmente se logra.

El desgarre, una expresión total. Dejando un pedazo del alma
al descubierto.

Tuve el placer de verla cantar en un bar en el centro (Bogotá -
Colombia). Cada vez que ella cantaba, dejaba un retazo de su
alma. Esto me conecto de una vez; al igual que yo, ella amaba
cantar. Y aunque esa vez, se veía un poco decepcionada, pues
no había llegado el total de personas que se esperaban, seguía
cantando con ese desgarre místico de aquellos músicos de
antes, legendarios.

Un Jimmy Hendrix en el escenario, entregado a transmitir, un
Gary Glitter en un Sheffield Arena. Ese mismo que viene desde
el alma, desde el corazón.

Me conecte de una porque el que ama su arte, no lo hace para
vender; para conseguir un premio esto es algo secundario.
Se canta, se compone, porque se ama y esto va más allá de
de las palabras, de las razones ó el entendimiento.

La gente que se hace para agradar a todo el mundo, no tiene
sentido. La que conecta aunque sea un@ en un millón, esa es
la que importa, la que hace la diferencia.

Por eso viene esa frase: “No dejes de cantar...” y ella jamás, lo
ha dejado de hacer. Una octava celestial es, cuando llega a una
octava más alta en su voz de cabeza.
Y finalmente su voz, de Diosa del Metal, de temple, tesitura
aterciopelada. Tan frágil y fuerte al mismo tiempo.

Cómo capto tantas cosas; sólo un Bruto lo haría. Alguien que
va más allá de las apariencias (de vestir, físicas) cómo dice
el principito: “-Lo esencial es invisible ante los ojos.”

Está canción, la escribí hace mucho. Pero hasta ahora, hallé
el medio para darla a conocer.

Así que dónde quiera que esté Luisa Quitian, le dedicó está
canción...lml